viernes, 30 de marzo de 2012

TEXTOS LIRICOS MEXICANOS


Romance de la pena negra:

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne
huele a caballo y a sombra.

Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, Por quien preguntas?
sin compana y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime, a ti que se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.

Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca
al fin encuentra el mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar
que la pena negra brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
Soledad, que pena tienes!

Que pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
Qué pena tan grande! Corro a
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.

Ay, mis camisas de hilo!
Ay, mis muslos de amapola!
Soledad, lava tu cuerpo

con agua de las alondras
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza
la nueva luz se corona.
Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.

Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!
Federico García Lorca

Mira a la derecha y a la izquierda
del tiempo y que tu corazón aprenda

La ilustre fregona:

¿Quién de amor venturas halla?
El que calla.
¿Quién triunfa de su aspereza?
La firmeza.
¿Quién da alcance a su alegría?
La porfía.
De ese modo, bien podría
esperar dichosa palma
si en esta empresa mi alma
calla, está firme y porfía.

¿Con quién se sustenta amor?
Con favor.
¿Y con qué mengua su furia?
Con la injuria.
¿Antes con desdenes crece?
Desfallece.
Claro en esto se parece
que mi amor será inmortal,
pues la causa de mi mal
ni injuria ni favorece.

Quién desespera, ¿qué espera?
Muerte entera.
Pues, ¿qué muerte el mal remedia?
La que es media.
Luego, ¿bien será morir?
Mejor sufrir.
Porque se suele decir,
y esta verdad se reciba,
que tras la tormenta esquiva
suele la calma venir.

¿Descubriré mi pasión?
En ocasión.
¿Y si jamás se me da?
Sí hará.
Llegará la muerte en tanto.
Llegue a tanto
tu limpia fe y esperanza,
que, en sabiéndolo Costanza,
convierta en risa tu llanto.

TIPO DE LENGUAJE:

FORMAL

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